Ricardo Moyano
Departamento de Astronomía, Universidad de La Serena
ricardo.moyano@userena.cl
La observación de la Luna constituye uno de los ciclos más recurrentes y antiguos para los seres humanos. Este ciclo ha permitido comprender la duración de un mes a través de sus fases, cercana a 29.5 días, así como organizar la medida del tiempo en semanas y meses dentro de un año solar. En la antigua América, los ciclos lunares tenían una importancia religiosa y ceremonial notable, como lo demuestra el sistema de ceques de Cuzco, un conjunto de líneas imaginarias que partían desde el templo del Sol o Coricancha en Cuzco, utilizado para organizar ceremonias y el calendario civil de los incas mediante la cuenta sideral de la Luna, con meses de 27.3 días. En la región de Coquimbo, abunda la información arqueológica y etnográfica sobre los ciclos lunares, especialmente entre la población campesina de la precordillera de Andacollo y el río Limarí, y el arte rupestre de las comunas de La Higuera, Monte Patria y Combarbalá, donde se vincula con los ciclos de fertilidad, la llegada de las lluvias y los períodos de gestación de los animales. El fenómeno de las paradas mayores (y menores) tiene lugar debido a la inclinación de la órbita de la Luna con respecto al plano de la eclíptica, que es igual a 5˚09’ en promedio. Gracias a esta inclinación, la Luna puede alcanzar puntos sobre el horizonte un poco más al norte y al sur que el Sol en su movimiento anual. A este ciclo se suma un leve bamboleo, con un período de 173.31 días, cuya consecuencia es que la línea de intersección de ambos planos, conocida como la "línea de los nodos", no está fija, sino que tiene un movimiento de precesión de 18.61 años (ciclo nodal). Como consecuencia, la Luna ejecuta un movimiento sobre el horizonte similar al del Sol durante el año, pero con la diferencia de que sus extremos no son fijos, variando cada mes y dentro del ciclo nodal. Por lo tanto, la Luna no tiene dos, sino cuatro detenciones (paradas) lunares o lunisticios. En otras palabras, la Luna llena en el solsticio de invierno ocupará el lugar del Sol en el solsticio de verano y viceversa en los horizontes. El año 2024 coincide con el momento de las paradas mayores de la Luna, coincidiendo con el solsticio de invierno, entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de junio. Este fenómeno será fácilmente observable desde cualquier lugar de la región de Coquimbo, siendo especialmente propicios algunos puntos ya descritos por los investigadores en arqueoastronomía en la comuna de Combarbalá, como el sitio Rincón Las Chilcas. El fenómeno no se repetirá sino hasta el año 2042, lo que lo convierte en un hito importante dentro de los atractivos turísticos de la región y también en un momento propicio para la recopilación de datos científicos en el campo de la etno y la arqueoastronomía.
Referencias
Bustamante, P., R. Moyano y D. Bustamante. 2016 Use of theodolite and photographic techniques in the recording and analysis of the geographical and astronomical entorno (surrounding). En Paleoart and Materiality. The Scientific Study of Rock Art, pp. 235-254, editado por R. G. Bednarik, D. Fiore, M. Basile, G. Kumar y T. Huisheng. Archaeopress Archaeology.
Ianiszewski, J. 2016. Rincón Las Chilcas (Chile), un sitio ceremonial dedicado a la fertilidad y la observación astronómica. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 21(2): 101-118.
Moyano, R. 2016. The Crossover among the Incas in the Collasuyu. Mediterranean Archaeology and Archaeometry 16(4): 59-66.
Proyectos de investigación:
“Patrimonio, espacio y género” ATE220054. Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo. Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Universidad de La Serena. Investigador principal. https://proyectopeg.cl/
"Astronomía cultural para la promoción del astroturismo". BIP 40041015-0. Fondo de Innovación para la Competitividad, GORE Coquimbo. Departamento de Astronomía, Universidad de La Serena.
“Astronomía y patrimonio cultural en la Región de Coquimbo”. Fondo Regional ESO-Gobierno de Chile. Departamento de Astronomía, Universidad de La Serena.